Ludovica y Roberto Palomba
Ludovica y Roberto Palomba son arquitectos y diseñadores que fundaron en el año 1994 el Estudio Palomba Serafini Associati en Milán que desarrolla proyectos de arquitectura, diseño de interiores, diseño industrial, gestión de diseño, diseño de exposiciones, diseño gráfico, dirección de arte y consultoría de marketing en todo el mundo, además de colaborar y llevar la dirección artística para algunas de las marcas más consolidadas.
Ludovica y Roberto Palomba son actualmente responsables de la dirección artística de Ceramica Sant’Agostino, Elmar, Kos y Zucchetti. Han sido responsables de la dirección artística de Bosa, Flaminia, Iris y Schiffini. Algunos de sus clientes han sido Antolini, Bisazza, Boffi, Bonacina Pierantonio, Bosa, Brix y Cappellini.
Ludovica y Roberto Palomba han recibido numerosos premios y reconocimientos internacionales como el Compasso D’Oro, el Elle Decoration International Design Award, el Red Dot, el Design Plus, el Good Design Award y el German Design Award.
Desde 2003, Roberto Palomba ha trabajado como profesor a tiempo parcial en la Politécnica de Milán donde imparte clases de Diseño Industrial.
Para Ludovica y Roberto Palomba : “nuestros proyectos de diseño y de arquitectura se basan en el análisis del cambio en los comportamientos. Tanto los primeros esbozos como la versión final de cada proyecto han superado el control de nuestras dos exigencias y de nuestras dos visiones, que son al mismo tiempo cómplices y distintas y por tanto consensuadas. Esta exhaustividad es fruto de un método y no de un estilismo. Un método para combinar los opuestos : creatividad y función, innovación y longevidad, sin olvidar nunca la originalidad y la pureza de las formas.”
Roberto ha declarado que “siempre me ha atraído la idea de poder contar una historia y transformarla en algo que puedes tocar….. crecí en un ambiente muy creativo : en mi casa siempre había muchos artistas y artesanos que iban y venían…… y me contaban sus ideas que ellos convertían en un cuadro, un vaso… y eso me fascinaba“. Ludovica : “Yo nací arquitecta : de niña me colaba en todas las obras y me pasaba horas observando y estudiando los trabajos”.
Cuando hablan de su estilo o falta de él Ludovica y Roberto Palomba dicen que : “no debemos renegar de la función. Si nuestros diseños gustan es porque la gente los entiende al instante. Todo lo que tiene que ser explicado es erróneo“. “Buscamos una cierta elegancia y atemporalidad. Por elegancia entendemos proporción. Cuando creas un objeto no puedes pensarlo nunca para un espacio tipo museo, debes pensarlo para un espacio habitado por personas. Si nuestros diseños gustan es porque son fácilmente reconocibles“.
“Somos afortunados, porque hemos pasado de un período en el que había un estilo preciso (racionalismo, postmodernismo…) a una gran Babel de signos. Ya no existe el diseño en mayúsculas, existen los diseñadores, y cada uno de ellos es un intérprete de la contemporaneidad a su manera, pero siempre respondiendo a las mismas leyes“.
Su proceso de trabajo es a dos manos y coinciden cuando hablan del planteamiento que tienen : “El buen diseño ya existe, en una especie de imaginario colectivo, y el trabajo de un creador consiste en sacarlo a la luz“.
Para Ludovica y Roberto Palomba es como si el oficio de diseñador fuese más una tarea de investigación y descubrimiento que un proceso de creación absoluta desde cero : “Todo lo que hacemos se rige por unas leyes universales que han sido creadas previamente. No inventamos nada, redescubrimos a partir de nuestra experiencia y nuestra cultura. Nuestra búsqueda consiste en encontrar fragmentos de esa realidad ya existente y recomponerlos de una manera creativa…. y es un proceso creativo pero también altruista por su dimensión social“.
En los últimos años, a pesar de su versatilidad, se han distinguido en el ámbito del diseño para baño con colaboraciones para firmas como Zucchetti, Kos y Laufen. “Cuando nosotros empezamos a diseñar hace 20 años, el baño era un lugar solo para la funcionalidad; ahora es también un espacio de emociones, y creemos que tenemos cierto mérito en haber contribuido a este cambio de concepto. Por ejemplo, fuimos pioneros en el diseño de lavamanos y bañeras exentas, como una manera de ritualizar y enfatizar la relación con el agua. Ha sido un proceso de modificación de la cualidad arquitectónica del espacio a través del diseño“.
Para ellos el diseño italiano : “es híbrido, curioso, siempre en discusión, porque hemos sido una tierra de paso. Y esa curiosidad es la base de nuestra elegancia innata. Los italianos carecemos de convicciones, somos como niños que se entusiasman con todo pero que también lo cuestionan todo. Cultivamos la duda”.